“Por trescientos años reinamos

y no murió ninguno de nosotros. 


Y nunca nos dimos a conocer

ni tuvimos comercio con los hombres

porque no fuesen captivados

nuestros hermanos Ingas

con quienes vivimos en paz.


Pero he confiado mi corona
a manos de un servidor
para que la lleve al dezierto
xunto al mar, y la absconda
fasta que llegue aquel que herede
el reino, y ningún invasor
pondrá pie en estas playas
que mi corona deffiende.


Pero soy Juan de Quirós,

rey de la Arena del Zur

que esta sentencia se cumpla”.                            



                                   Sus Magestades Argentinas